Lunes 16 de noviembre del 2020

Cuando quienes gobiernan hablan de desigualdad, pero son sus mayores patrocinadores

A 8 meses del cierre total de las escuelas y centros educativos de Argentina, debemos plantearnos si el Estado hoy viene a ser una suerte de solucionador o generador de problemas.
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Pasaron 8 meses desde que el Gobierno Nacional decidió cerrar cualquier vestigio de educación presencial en el país, claro en un principio se acusaba a los niños de ser grandes portadores del Covid – 19, y acá en Salta el chiste era “Son lo que los mosquitos al dengue” y eso claro nos causaba risas mientras nos despedíamos de las maestras, otros padres del jardín y los amigos de nuestros hijos, sin saber cuándo los volveríamos a ver.


Es entendible que ante la falta de información que rodeaba a todos, incluso los seres iluminados que nos gobiernan, no hayan tenido muchas más opciones y que cerrar las escuelas haya sido una decisión necesaria. (entiéndase la ironía, nunca en la historia de la argentina tuvimos tanta decadencia junta tanto de un lado como del otro, corruptos, misóginos y abusadores, degenerados, Licenciados que se recibieron de una de las universidades más prestigiosas de Latinoamérica sin haber leído un solo libro, supuestos Ingenieros que no lo son, o Abogadas que tampoco lo son y la lista puede seguir.)


Un día en el semáforo de la rotonda del Grand Bourg, muy concurrida, un nene al que siempre le compro medias o las chuches que vende a modo de ayuda me cuenta que no podía hacer las tareas porque su mamá no tenía ni celular ni internet... historia repetida a los largo y ancho de nuestro vasto país, me dirán que nada nuevo, claro es verdad durante toda la cuarentena leímos decenas de casos de chicos que literalmente concretaron hazañas para poder hacer las tareas o rendir exámenes ya sea de la escuela o de la universidad.


El punto es que mientras el mundo vuelve a la normalidad en ciertas cosas esenciales como la educación, único remedio real contra la pobreza, delincuencia y marginalidad, Argentina siegue siendo un país bananero, donde primero se volvió a jugar al futbol (por lo menos 22 personas juntas con roce físico constante), se abrieron los bares, el comercio y el entretenimiento (claro que así debe ser porque la gente necesita trabajar y comer) y vamos a terminar el año sin las escuelas abiertas.


Para refrescar la memoria Sarmiento, padre de la Educación argentina decía “Es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización", no vamos a detenernos en un examen moral sobre Sarmiento, acá lo que hay que resaltar es que entendía que si quería forjar una gran nación, debía educar, la educación une a los pueblos y empuja hacia la igualdad.






Para quienes sostengan que el problema de desigualdad está dado porque hay muchos pobres y pocos ricos, realmente les faltó un poco de eso Educación reflexiva, si miramos la riqueza en nuestro país y sus origines podemos discutir, criticar, y condenar muchas cosas, pero si hay una sola cosa que es un dogma e indiscutible como tal, es que gracias a la educación los que bajaron en barcos, con hambre y sin saber el idioma pudieron dar a sus hijos un sentido de pertenencia, de nación, un piso desde el cual construir las bases para dar a las generaciones venideras un futuro más prometedor.


Que siguen existiendo las desigualdades es real, que no es lo mismo nacer pobre que rico y que son distintas las oportunidades también es real, pero hoy la riqueza de un país no se mide por sus recursos naturales, sus preciosos ríos, lagos, campos vastos y la explotación ganadera o minera que se pueda implementar, los países que hoy realmente avanzan y son ricos apuestan fuerte  a la educación porque su mayor capital de crecimiento son las mentes de los niños que se forman hoy para gobernar mañana, crear avances tecnológicos y científicos, y continuar con la milenaria tarea de transmitir conocimientos a las futuras generaciones.


¿Entonces yo me pregunto, el Gobierno hoy quiere realmente que logremos igualdad entre nuestros niños?, que exista una real base de oportunidades?, o hace 50 años se vienen llenando la boca hablando de la igualdad pero lo único que lograron es una sociedad más bruta con el perdón de Brutus y más desigual?, porque hasta donde puedo ver gracias al amplio discurso pero poca praxis desde hace décadas  nos gobiernan muchos iletrados, ignorantes por no poner calificativos más agresivos pero si todos con muchos dólares en cuentas en el extranjero, muchas propiedades a lo largo y ancho del país, empresas fantasmas o multimillonarias, todos ellos claros ejemplos de un país donde la desigualdad es un negocio y no un problema a resolver. (Claro hay gente sumamente preparada y con vocación de servicio, pero sabemos que es la menos).


Entonces qué nos depara en un futuro con la incertidumbre de cuántos chicos van a quedar fuera del sistema educativo para los próximos años, cómo vamos a recuperar a esos niños que perdieron no solo un año de sus vidas sino un abanico de posibilidades de un futuro mejor, y más importante porqué como sociedad seguimos sin exigir a los Ministros de Educación tanto de Nación como de las provincias un plan que informe que acciones van a tomar para rescatar a los chichos que quedaron marginados y a los que están condenando a la marginalidad, porque no nos olvidemos de algo, en este país la escuela y sobre todo la pública no sólo es ámbito académico sino de contención familiar, social, y nutricional.


Agustina Acedo

Abogada-Escribana



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